Pensar es quizás desplazarse, desplazar la mirada, desplazar las ideas. Pero para ensanchar los límites de lo pensable es necesario abrir espacios de extrañamiento, agujeros en lo desconocido.

Una persona mayor, cada vez que vengo al pueblo y me la encuentro, me dice que no le gustó el tonto chorra ese que se quitaba los ropajes de colores, que parecía una cebolla… Pero ¡ojo! solo me habla de ese, y solo se acuerda de ese. Y ahí sigue ella intentando entender qué quería decir con eso de la cebolla …

Este año el festival pisa fuerte. Y aquí mi tercera proposición: Os invito a que os fijéis, en cada espectáculo, cómo es el trato con el suelo. Es decir, cómo la bailarina o el bailarín pisa el suelo: de qué manera, con qué cualidad, con qué fuerza, con qué peso. Zapatear, trotar, patear, saltar, aporrearse, pisar muy muy suave, o muy muy fuerte. En todo caso podríamos decir que el gesto primario de la danza es pisar el suelo de una manera diferente a cómo lo hacemos en nuestra vida cotidiana. Una prueba: poneos de pie, cerrad los ojos y decalzaos. Ahora dar unos pasos lo más lento que podáis, imaginando que el suelo es barro y vais a imprimir vuestra huellas, y al momento imaginad que el suelo quema mucho, ¡arde!. La danza es jugar a extrañarse de uno mismo. ¡Mira esa otra cómo se mueve, si parece que está loca!

Mi última invitación es que vengáis al festival pensando que esto que estoy haciendo, junto a un gran equipo de profesionales, va mucho más allá de Joaquín, se eleva muy por encima de mí. Me refiero a que aquí me estoy colocando también como gestor y dinamizador cultural, quitándome del centro, coordinando un evento anual que se propone como un motor de desarrollo y un derecho necesario para la cohesión social, además de dar la oportunidad a Villamalea de configurar un entorno cultural contemporáneo, singular y referente a nivel nacional. Aún así, me gusta compartir mis bailes con mi pueblo, y este año presentaré dos espectáculos de mi compañía, uno de ellos ha ganado varios premios, además de girar por España, China, Estados Unidos y Europa, y el otro está en proceso de creación. 

Como decía, este proyecto de festival es algo mucho más grande, donde mi deseo es compartiros el mundo en el que me muevo, y que podáis conocer espectáculos de gran calidad y artistas profesionales con los que me encuentro por el camino. Al fin y al cabo, todo esto también son trozos de lo que soy.

 

Para acabar, te invito a que te lo paséis bien, a que critiques, opines, te emociones, te sorprendas, vengas al club de espectadores, lo des todo en la fiesta de clausura, y recibas el festival en toda su singularidad y su naturaleza de diversidad cultural, social y política. Y cuando digo política, hablo de las pequeñas cosas que hacen que el cuerpo y la danza sean toda una micro-revolución, como por ejemplo que medio pueblo de Villamalea acabemos bailando juntos bajo la lluvia a ritmo de Ay mamá!

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Joaquin Collado